www.williamlamson.com
genio...un genio.... saber no es cuestion de decir.... nunca.... solo vean esto....
domingo, 21 de septiembre de 2008
martes, 9 de septiembre de 2008
Algún Día (inspirado en un sms)
Algo tiene que sacarnos de aquí
ventanas con patas, un caballo
nuestro aliento... amiga
los ojos llenos de luces, llenos de lágrimas dulces
El silbido de cualquier insecto
el despertador, o una rana verde...
o ruedas
simples ruedas en los pies
para ir más rápido.
El vino, el ron
adoquines voladores de los viernes por la noche
realmente no se pero...
algo tiene que sacarnos de aquí...
ventanas con patas, un caballo
nuestro aliento... amiga
los ojos llenos de luces, llenos de lágrimas dulces
El silbido de cualquier insecto
el despertador, o una rana verde...
o ruedas
simples ruedas en los pies
para ir más rápido.
El vino, el ron
adoquines voladores de los viernes por la noche
realmente no se pero...
algo tiene que sacarnos de aquí...
martes, 2 de septiembre de 2008
En ese ocaso...
"como ciegas saetas ascendemos hacia la noche": Fué la premisa
El salmón ojo del cielo cíclope, con su luz eterna, implacable, y nuestras siluetas dispuestas siempre a ser solo eso...
he conocido palabras de Borges, aprendido de nuevos labios, cine love, cine love, cine love, siempre en la cabeza esas palabras...
y entonces la dama sentada en la piedra plana al fondo de los arboles y mas allá del asfalto, de las llantas, de los pitos, del ruido, incluso de mí... solo hablaba de su ventana al universo, yo apenas sentía cerca el olor de la sal que se quedaba en sus cejas, y la dama ante el sol casi eterna.
El salmón ojo del cielo cíclope, con su luz eterna, implacable, y nuestras siluetas dispuestas siempre a ser solo eso...
he conocido palabras de Borges, aprendido de nuevos labios, cine love, cine love, cine love, siempre en la cabeza esas palabras...
y entonces la dama sentada en la piedra plana al fondo de los arboles y mas allá del asfalto, de las llantas, de los pitos, del ruido, incluso de mí... solo hablaba de su ventana al universo, yo apenas sentía cerca el olor de la sal que se quedaba en sus cejas, y la dama ante el sol casi eterna.
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