martes, 2 de septiembre de 2008

En ese ocaso...

"como ciegas saetas ascendemos hacia la noche": Fué la premisa

El salmón ojo del cielo cíclope, con su luz eterna, implacable, y nuestras siluetas dispuestas siempre a ser solo eso...

he conocido palabras de Borges, aprendido de nuevos labios, cine love, cine love, cine love, siempre en la cabeza esas palabras...

y entonces la dama sentada en la piedra plana al fondo de los arboles y mas allá del asfalto, de las llantas, de los pitos, del ruido, incluso de mí... solo hablaba de su ventana al universo, yo apenas sentía cerca el olor de la sal que se quedaba en sus cejas, y la dama ante el sol casi eterna.

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